The health benefits of Argentinean tango are well documented, not only on a physical level for exercise and keeping the body fit but on a deeper level having a transformative effect on physical and mental well-being. Dancing tango is pleasurable, reduces stress, and increases serotonin, increasing a feeling of well-being and cognitive functions. Memory, language skills, and creative thinking are all enhanced.
Dancing tango takes brain power as learning to navigate the dance floor, employ spatial awareness, and acquire a connection with one’s partner. Dancing tango increases neural connectivity by executing several brain functions simultaneously; walking, turning, listening to the music, and learning about melody, rhythm, and the important pauses. It is an improvised dance, so although basic moves are learned, putting them together can be challenging and exciting!
Dancing tango well requires mindfulness and increases muscle tone and strength as well as postural alignment, balance, and flexibility. Research has shown we need a minimum of four hugs a day. During a tango class, a student will usually receive at least six! The effect of the tango embrace gives a sense of well-being and caring. Tangueros enjoy the release of endorphins and oxytocin that can increase the more often they dance.
I was a yoga teacher from 1970 to 1985. I have taught tango for 23 years. I have found that yoga increases peace of mind and tango develops awareness and nurtures the soul. You’ll find tango offers freedom and fun for the mind and body and is a wonderful social activity
Christina Johnson, Tango teacher offering classes after Dec. 25.visionarypower@gmail.com visionary power.com
Tango para la salud y el placer
Por Christina Johnson
Los beneficios para la salud del tango argentino están bien documentados, no sólo a nivel físico para hacer ejercicio y mantener el cuerpo en forma, sino a un nivel más profundo, teniendo un efecto transformador en el bienestar físico y mental. Bailar tango es placentero, reduce el estrés y aumenta la serotonina, incrementando la sensación de bienestar y las funciones cognitivas. La memoria, las habilidades lingüísticas y el pensamiento creativo mejoran.
Bailar tango requiere capacidad cerebral, ya que se aprende a desenvolverse en la pista de baile, a emplear la conciencia espacial y a establecer una conexión con la pareja. Bailar tango aumenta la conectividad neuronal al ejecutar varias funciones cerebrales simultáneamente: caminar, girar, escuchar la música y aprender sobre la melodía, el ritmo y las pausas importantes. Se trata de un baile improvisado, por lo que, aunque se aprenden los movimientos básicos, combinarlos puede resultar desafiante y emocionante.
Bailar bien el tango requiere atención plena y aumenta el tono y la fuerza musculares, así como la alineación postural, el equilibrio y la flexibilidad. Las investigaciones han demostrado que necesitamos un mínimo de cuatro abrazos al día. Durante una clase de tango, un alumno suele recibir al menos seis. El efecto del abrazo de tango proporciona una sensación de bienestar y cariño. Los tangueros disfrutan de la liberación de endorfinas y oxitocina que puede aumentar cuanto más a menudo bailen.
Fui profesora de yoga de 1970 a 1985. Enseño tango desde hace 23 años. He descubierto que el yoga aumenta la paz mental y el tango desarrolla la conciencia y nutre el alma. Descubrirás que el tango ofrece libertad y diversión para la mente y el cuerpo y que es una actividad social maravillosa".
Christina Johnson, profesora de tango que ofrece clases a partir del 25 de diciembre. Contáctela en visionarypower@gmail.com visionary power.com
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